África

La historia de las mujeres angoleñas que quedaron de la Guerra Civil

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A história das mulheres angolanas remanescentes da Guerra Civil

En Angola, las mujeres lideran los esfuerzos para eliminar las minas terrestres que quedaron tras los 27 años de guerra civil del país. Para proteger a sus familias y comunidades, se convirtieron en “sapadores”, trabajando para organizaciones de desminado como Mines Advisory Group (Mag) y Halo Trust.

Las minas terrestres y las municiones sin detonar siguen causando estragos en las vidas de muchas personas en Angola. Según una encuesta nacional, alrededor de 88.000 personas viven con heridas causadas por estas armas, y los niños suelen ser las principales víctimas. En una explosión hace tres meses, una niña de seis años murió y otras seis resultaron heridas mientras jugaban con una bomba sin detonar.

El trabajo de desminado ofrece salarios relativamente buenos para los estándares del país, así como una perspectiva laboral estable. Las mujeres ya representan casi 40% de empleados dedicados al desminado en Mag en Angola y hay más de 600 mujeres trabajando en esta área para Halo Trust. Las organizaciones están trabajando para reclutar y capacitar a más mujeres para esta peligrosa tarea.

Aunque el trabajo ofrece unos ingresos relativamente buenos, también conlleva riesgos. Las mujeres desafían los estereotipos de género y enfrentan presiones de amigos y familiares para no convertirse en “abofeteadoras”. Sin embargo, siguen perseverando en su trabajo a pesar del miedo constante. “En este tipo de trabajo, el primer error puede ser el último”, afirma Ngoie Graça Mulunda, de 35 años, que trabaja como zapador desde hace casi cinco años.

La eliminación de las minas terrestres en Angola es una tarea larga y difícil. Aunque el país es miembro de la Convención sobre Minas Antipersonal desde 1997, el plazo original para la limpieza total del territorio se amplió hasta 2028, por falta de recursos financieros. El problema de las minas terrestres es mundial y muchas personas siguen muriendo o resultando heridas a causa de estas armas en todo el mundo.

Los desminadores de Angola esperan que su trabajo pueda ayudar a otros países a deshacerse de sus minas terrestres y evitar que más personas resulten heridas o muertas. “Sólo las personas que viven en un lugar donde el peligro está cerca pueden comprender realmente este sentimiento”, afirma Helena Kasongo.

Las mujeres que se convirtieron en zapadoras en Angola están realizando un trabajo importante y peligroso para ayudar a proteger a sus comunidades. Su trabajo es un recordatorio de que incluso después de que termina un conflicto, las consecuencias pueden seguir afectando a las personas durante años. Debemos seguir apoyando los esfuerzos de desminado en Angola y en todo el mundo para garantizar que se eliminen las minas terrestres y que las comunidades puedan reconstruir sus vidas de manera segura.

Las mujeres que cazan minas terrestres en Angola son un ejemplo inspirador de coraje y determinación en la lucha contra un legado mortífero de la guerra civil que asoló el país durante 27 años. Estas mujeres enfrentan riesgos diarios para proteger a sus comunidades, especialmente a los niños, de las consecuencias devastadoras de las minas terrestres y las municiones sin detonar que aún se extienden por todo el país. Además, también desafían los estereotipos de género y brindan un modelo a seguir para otras mujeres de todo el mundo que desean marcar una diferencia en sus comunidades. Si bien Angola todavía tiene un largo camino por recorrer para liberarse completamente de las minas terrestres, los desminadores están haciendo un trabajo increíble y esperamos que sus historias inspiren a más personas a unirse a esta lucha global contra las minas terrestres.