La Organización Mundial de la Salud (OMS) cumplió 75 años de existencia en abril de 2023. Creada en 1948, la OMS nació con el propósito de ser una organización dedicada a la salud global, sin involucrarse en la política mundial. La salud fue declarada un derecho de todo ser humano, independientemente de su raza, religión, creencias políticas o condición económica o social.

La OMS está formada por una sede en Ginebra, Suiza, seis oficinas regionales y otras 150 oficinas en varios países del mundo. La organización, dirigida desde 2017 por el director general Tedros Adhanom Ghebreyesus, se encarga de coordinar las acciones sanitarias en todo el mundo y cuenta con grandes logros en su haber, como la erradicación de la viruela tras siglos de existencia.

Sin embargo, la organización también ha afrontado momentos de críticas, especialmente durante el brote de ébola y la pandemia de Covid-19. La OMS es una organización importante para lograr la paz y la seguridad globales, y en los próximos años enfrentará amenazas a la salud más frecuentes y graves que requerirán unidad y prioridades conjuntas de los países de todo el mundo. Es fundamental apoyar a organizaciones como la OMS que trabajan por el bien colectivo.

La erradicación de la viruela fue uno de los mayores éxitos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la búsqueda del bienestar de la población mundial. En 1980, la OMS anunció oficialmente la erradicación de esta enfermedad infecciosa, que existía desde hacía siglos y era común pero mortal. Aunque hubo otros involucrados en este esfuerzo, la OMS jugó un papel clave en galvanizar al mundo en torno a este objetivo.

Según Christoph Gradmann, profesor de historia de la medicina en la Universidad de Oslo, Noruega, la erradicación de la viruela es un ejemplo perfecto de cómo funciona mejor la OMS: en situaciones de acuerdo político. Durante la Guerra Fría, hubo un amplio consenso entre los dos bloques liderados por Estados Unidos y Rusia en que la erradicación de la viruela era un objetivo a alcanzar. La OMS ha visto sus mayores éxitos cuando los miembros se ponen de acuerdo sobre qué proyectos vale la pena emprender y cómo.

La erradicación de la viruela fue un hito histórico en la lucha de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por el bienestar de la población mundial. En 1980, la OMS anunció oficialmente la erradicación de esta enfermedad infecciosa, que había azotado a la humanidad durante siglos y era responsable de millones de muertes en todo el mundo. Si bien hubo otros colaboradores en este esfuerzo, la OMS jugó un papel fundamental, liderando y sumando esfuerzos hacia este objetivo.

Según Christoph Gradmann, profesor de historia de la medicina en la Universidad de Oslo, Noruega, la erradicación de la viruela es un ejemplo notable de cómo la OMS actúa en su mejor momento: en situaciones de acuerdo político. Durante la Guerra Fría, hubo un amplio consenso entre los dos bloques liderados por Estados Unidos y Rusia en que la erradicación de la viruela era un objetivo a alcanzar, y la OMS aprovechó esta oportunidad para galvanizar a la comunidad internacional en torno a este objetivo común.

La retirada del Programa Mundial de Erradicación de la Malaria (GMEP) en la década de 1960 se considera un ejemplo de mal trabajo por parte de la OMS. Aunque 15 países y un territorio han logrado erradicar la enfermedad, ha habido pocos avances en el África subsahariana en el marco del programa y la falta de mantenimiento ha provocado el resurgimiento de la malaria. El GMEP llevó a la OMS al borde de la quiebra y se suspendió en 1969. La malaria se diferencia de la viruela en que no es sólo una enfermedad humana, sino que tiene reservorios en la naturaleza. Este factor hacía muy difícil erradicar la malaria, ya que requeriría un control estricto del medio ambiente y de las poblaciones de mosquitos.