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Boeing se prepara para una importante votación sindical en medio de una pérdida de $6 mil millones: una encrucijada crítica por delante

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Boeing, la compañía aeroespacial estadounidense, anunció recientemente sus ganancias del tercer trimestre, revelando una pérdida neta sustancial de 6.170 millones de dólares. Esta última pérdida se suma a las pérdidas totales de casi $8 mil millones que Boeing ha sufrido en 2024. El flujo de caja operativo de la compañía también se vio afectado, con un monto negativo reportado de $1.345 mil millones. A pesar de este revés financiero, los ingresos de Boeing disminuyeron sólo levemente, en aproximadamente 1%, hasta $17,8 mil millones. Estas cifras están en línea con los resultados preliminares anunciados la semana anterior.

En respuesta al informe de ganancias, el nuevo director ejecutivo Kelly Ortberg se dirigió a los empleados y reconoció los desafíos que se avecinan. Ortberg enfatizó la necesidad de un cambio radical en Boeing, afirmando: «Este es un buque de gran envergadura que requerirá cierto tiempo para revertir su rumbo; sin embargo, cuando lo haga, tiene el potencial de volver a ser excepcional».

Junto con los resultados financieros, Boeing también reveló decisiones estratégicas para hacer frente a la situación actual. La compañía anunció su decisión de detener la producción del avión de carga 767 y retrasar el lanzamiento del avión de fuselaje ancho 777X. Además, Boeing reveló que incurriría en 1.450 millones de dólares en cargos antes de impuestos, principalmente de su división de aerolíneas comerciales y su negocio de defensa.

Para reforzar su posición financiera, Boeing consiguió un acuerdo de crédito por $10 mil millones con un consorcio de bancos y presentó un registro mixto ante la SEC para recaudar hasta $25 mil millones a través de títulos de deuda, acciones comunes, acciones preferentes y otras ofertas. Los informes sugieren que Boeing planea implementar una oferta de acciones por valor de $10 mil millones a través de este registro.

Pese a estas medidas, Boeing enfrenta un conflicto laboral con su principal sindicato, que representa a 30.000 trabajadores. La compañía reveló planes para reducir su fuerza laboral en 10%, lo que equivale a alrededor de 17.000 empleados en todas las divisiones. Se espera que estas reducciones de fuerza laboral comiencen en los próximos meses mientras Boeing aborda los desafíos planteados por la disputa laboral y busca optimizar sus operaciones.

El conflicto laboral se centra en las negociaciones con la Asociación Internacional de Maquinistas (IAM). El mismo día del anuncio de las ganancias, los empleados de Boeing tenían previsto votar sobre una nueva propuesta de contrato. La huelga ha supuesto unos costes significativos tanto para Boeing como para sus trabajadores; se estima que el coste total se acerca a los 14.000 millones de dólares.

Ortberg expresó el compromiso de la empresa de encontrar una solución a la huelga, afirmando: “La finalización de la huelga del IAM es la principal preocupación de todas las personas hoy”. Boeing se esfuerza por lograr un equilibrio entre servir los intereses de la empresa y satisfacer las necesidades de sus empleados durante estos tiempos difíciles.

De cara al futuro, Boeing pretende reorientar sus prioridades y agilizar sus operaciones para crear una organización más ágil y eficiente. Las decisiones estratégicas de la compañía en respuesta a los desafíos financieros subrayan el compromiso de Boeing de navegar la turbulencia actual y posicionarse para el éxito futuro en la industria aeroespacial.

Sobre el autor  /  Anna Munhoz