América Latina

El consumo de carne y la actual marcha ambientalista en Brasil

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Consumo de carne e a marcha ambientalista atual no Brasil

La producción de carne vacuna en Brasil sigue creciendo, a pesar de las críticas de los ambientalistas y los vínculos entre el sector y la deforestación. Bajo la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva, las exportaciones de carne vacuna siguen aumentando, manteniendo la política del gobierno anterior. Las exportaciones brasileñas de carne vacuna podrían superar los 3 millones de toneladas de equivalente en canal en 2023, lo que correspondería a casi 25% de las exportaciones mundiales de carne vacuna.

Grandes cadenas de supermercados en Alemania, como Aldi, incluso retiraron de los lineales la carne brasileña ante el avance de la deforestación para dar paso a la ganadería. Sin embargo, Brasil ha logrado resultados significativos en el escenario internacional, con la expansión de las exportaciones a México, China y países del mundo árabe.

Las organizaciones ecologistas ven esta estrategia de expansión como problemática. El área dedicada a la ganadería sigue avanzando y es el principal impulsor de la deforestación en la Amazonía. Las empresas del sector cárnico y los comerciantes que se comprometieron a eliminar de sus cadenas de suministro los productos vinculados a la deforestación no cumplieron sus promesas y pospusieron continuamente el objetivo de la trazabilidad completa de la cadena de producción.

Cristiane Mazetti, de Greenpeace Brasil, afirma que las cadenas de suministro indirectas están mal controladas y a menudo están vinculadas a la deforestación y la falta de respeto a los derechos humanos. Advierte que el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur aumentaría aún más la presión sobre el medio ambiente.

El gobierno brasileño menciona en su plan de acción la intención de crear trazabilidad, tanto directa como indirecta, de la cadena de producción agrícola. Mazetti cree que, si está bien estructurado y es obligatorio, esto podría ser un gran paso hacia la lucha contra la deforestación causada por la ganadería.

Recientemente, una encuesta publicada por Agência Pública mostró que las exportaciones de productos agrícolas brasileños están fuertemente relacionadas con la deforestación. Estudios como el “Meat Atlas 2021” también indican que la demanda global de carne impulsa la deforestación en Brasil.

A pesar de estas preocupaciones, el sector agrícola brasileño continúa creciendo. El Índice de Producción Agroindustrial (Pimagro) calculado por la Fundación Getulio Vargas (FGV Agro) aumentó 1,3% en enero respecto al mismo mes del año anterior. Este fue el mayor crecimiento del sector en un mes de enero en cinco años.

Al mismo tiempo, la deforestación en la Amazonía aumentó en 14% en marzo de 2023 respecto al mismo mes del año anterior. El gobierno de Lula atribuyó este aumento al gobierno de Bolsonaro. Ante este escenario, es fundamental que las autoridades y sectores involucrados trabajen juntos para encontrar soluciones sostenibles y equilibradas que puedan conciliar el crecimiento económico y la preservación ambiental.

En conclusión, la expansión de las exportaciones de carne vacuna en Brasil representa un complejo dilema entre el crecimiento económico y la preservación del medio ambiente. Para enfrentar este desafío, es crucial que el gobierno, el sector agrícola y los ambientalistas colaboren en la búsqueda de soluciones que garanticen la sostenibilidad de la producción y el respeto a los compromisos ambientales.

La implementación de sistemas de trazabilidad eficientes y transparentes en las cadenas de suministro es un paso fundamental en esta dirección, así como el establecimiento de políticas públicas que promuevan prácticas agrícolas sostenibles, la conservación de los bosques y el respeto a los derechos humanos. Además, la cooperación internacional y la responsabilidad compartida entre los países importadores y exportadores pueden contribuir a un enfoque más holístico para resolver el problema.

En última instancia, el éxito en la conciliación del desarrollo económico y la preservación del medio ambiente dependerá del compromiso de todos los actores involucrados, así como de la conciencia de la sociedad y los consumidores sobre la importancia de las opciones sostenibles y responsables. Sólo así será posible garantizar un futuro próspero y equilibrado para Brasil y el planeta.

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