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Cómo guiar a su personal hacia el éxito: cuándo y cómo implementar un plan de mejora del desempeño
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Una de las principales razones por las que podría considerar implementar un PIP es brindarle al empleado con problemas la oportunidad de mejorar su desempeño en lugar de recurrir inmediatamente a sanciones o despidos. Este enfoque le permite corregir el rumbo y demuestra su compromiso de ayudarlo a alcanzar el éxito. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los PIP pueden tener una connotación negativa entre el personal y algunos profesionales de RR. HH., quienes pueden percibirlos como punitivos y dictatoriales. Es crucial evaluar cuidadosamente si un PIP es el enfoque adecuado en cada situación específica y garantizar que se implemente de manera justa y compasiva.
Antes de decidir implementar un PIP, se deben considerar varios requisitos previos. En primer lugar, es importante tener claro el camino hacia un mejor desempeño del empleado y estar preparado para apoyarlo en su consecución. Además, es fundamental haber participado previamente en prácticas regulares de gestión del desempeño, como establecer expectativas claras, brindar retroalimentación y ofrecer apoyo y coaching. Asegurarse de que el empleado cuente con las herramientas y los recursos necesarios para el éxito y considerar cualquier circunstancia atenuante que pueda afectar su desempeño también son factores clave a considerar.
Si tras una cuidadosa reflexión se determina que un PIP es la mejor opción, existen varias estrategias que pueden ayudar a aumentar las probabilidades de éxito. En primer lugar, un PIP debe ser específico para cada persona y abordar las causas fundamentales de su bajo rendimiento. Debe estar orientado al futuro, centrándose en establecer expectativas y objetivos de mejora claros. La retroalimentación y el apoyo continuos son esenciales durante todo el proceso, así como establecer un plazo definido para la mejora.
La colaboración con el departamento de RR. HH. durante todo el proceso del PIP puede proporcionar información y apoyo valiosos, así como una perspectiva imparcial sobre la mejor manera de proceder. Es importante mantener una comunicación abierta y asegurarse de que el empleado esté al tanto de su progreso y de cualquier área que pueda mejorar. En última instancia, si el empleado no cumple con los requisitos establecidos en el PIP, podría ser necesario considerar reasignarlo a un puesto diferente o rescindir su contrato.
En general, cuando se implementa con cuidado y consideración, un Plan de Mejora del Desempeño puede ser una herramienta valiosa para mejorar el desempeño de los empleados, fomentar una cultura laboral positiva y fortalecer la dinámica de equipo. Al seguir las mejores prácticas y garantizar que el proceso sea justo y propicio, un PIP tiene el potencial de impulsar un cambio positivo y, en última instancia, beneficiar tanto al empleado como a la organización en su conjunto.