Los Países Bajos se preparan para un cambio histórico en la regulación de la eutanasia. El gobierno ha anunciado planes para permitir la muerte asistida a niños con enfermedades terminales de entre 1 y 12 años, una medida que los pediatras han defendido durante años. Se espera que la normativa afecte a entre cinco y diez menores al año y sólo se permitirá como último recurso, cuando no existan suficientes opciones de cuidados paliativos para aliviar el sufrimiento del niño o cuando la muerte sea inevitable debido a una enfermedad o trastorno grave.

Holanda fue el primer país del mundo en legalizar la eutanasia en 2002, pero sólo permitía la muerte asistida a personas mayores de 12 años que pudieran dar su consentimiento y a niños menores de un año con el permiso de sus padres. Con este cambio, Holanda se convertirá en el primer país en permitir la eutanasia para niños de entre 1 y 12 años.

Este cambio de regulación no está exento de polémica y llega tras años de debate. La mayoría de los casos de eutanasia en Holanda se practican a pacientes con cáncer y, de media, los casos de muerte asistida aumentan en 10% al año en el país europeo. En 2022, el número de casos de eutanasia en Países Bajos aumentó en 13,7%, totalizando 8.720 procedimientos, lo que representa 5,1% de todas las muertes registradas en el país.

Bélgica fue el primer país en permitir la eutanasia a menores en general, siempre que tengan discernimiento para solicitar el procedimiento. Países Bajos se suma ahora a esta lista de países que permiten la eutanasia a menores, aunque con restricciones específicas.

Este cambio de regulación es un ejemplo de evolución cultural y cambio de valores sociales en todo el mundo. La muerte asistida es un tema controvertido, pero cada vez más países están discutiendo e implementando regulaciones para permitir que las personas tengan control sobre su propia muerte en casos de enfermedades terminales y sufrimiento insoportable.

La regulación para permitir la eutanasia en niños de entre 1 y 12 años es un paso audaz y un ejemplo de cómo los países pueden adaptarse a las necesidades y deseos de sus poblaciones. Este cambio podría brindar alivio a las familias que sufren porque sus hijos padecen enfermedades terminales y garantizar que los niños tengan una muerte digna y sin dolor.

El debate sobre la legalización de la eutanasia infantil es un tema controvertido que divide opiniones en todo el mundo. La posibilidad de permitir que niños con enfermedades terminales elijan poner fin a su propia vida es un asunto delicado que requiere atención y reflexión.

En países como los Países Bajos y Bélgica, ahora se permite la eutanasia para adultos en casos de enfermedades terminales y sufrimientos insoportables. Sin embargo, la posibilidad de permitir la muerte asistida a los niños es vista por muchos como una violación de los principios éticos y morales que rigen nuestra sociedad.

Los defensores de la eutanasia infantil argumentan que permitirles a los niños la opción de poner fin a sus propias vidas en casos de sufrimiento insoportable es una cuestión de compasión y respeto por la autonomía individual. Afirman que los niños tienen derecho a controlar su propia vida y muerte y que prohibir la eutanasia infantil es una violación de los derechos humanos.

Por otro lado, quienes se oponen a la eutanasia infantil argumentan que legalizar la muerte asistida para menores podría ser peligroso y perjudicial. Afirman que los niños no son lo suficientemente maduros para tomar decisiones tan importantes y que los padres y los médicos pueden abusar de la eutanasia en casos de enfermedades que pueden tratarse.

Además, legalizar la eutanasia infantil podría sentar un precedente peligroso, allanando el camino para la muerte asistida en otros casos que puedan considerarse menos justificables.

El debate sobre la eutanasia infantil es un tema complejo que requiere una discusión seria y equilibrada. Es importante que las personas consideren los diferentes argumentos presentados y tengan en cuenta las implicaciones éticas, morales y legales de legalizar la muerte asistida para menores.

Independientemente de la posición adoptada, es importante que los gobiernos y las autoridades médicas garanticen que los niños con enfermedades terminales reciban la mejor atención posible, incluidos tratamientos paliativos para controlar el dolor y el sufrimiento.

La decisión de permitir la eutanasia infantil es una cuestión que debe abordarse con seriedad y respeto por la vida humana. Corresponde a cada sociedad decidir