Cultura

La parálisis no es el límite para ir a la Luna

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Paralisia não é o limite para ida à Lua

La Agencia Espacial Europea (ESA) seleccionó al británico John McFall, de 41 años, como el primer astronauta con discapacidad física en participar en un entrenamiento básico de 12 meses en el Centro Europeo de Astronautas de la ESA. McFall, un ex atleta paralímpico que perdió una pierna en un accidente de motocicleta a los 19 años, será el primer "parastronauta" en participar en un estudio, el primero de su tipo, para evaluar si la discapacidad física podría obstaculizar los viajes espaciales.

El estudio, que se espera que dure dos o tres años, examinará los obstáculos básicos para un parastronauta, incluido cómo una discapacidad física puede afectar el entrenamiento para la misión, así como posibles adaptaciones a trajes y naves espaciales. Esta iniciativa de la ESA representa un hito histórico en la inclusión de personas con discapacidad física en misiones espaciales y envía un fuerte mensaje a la humanidad.

Esta iniciativa de la ESA podría conducir a importantes descubrimientos sobre la viabilidad de incluir personas con discapacidad física en misiones espaciales y la necesidad de adaptaciones a trajes y vehículos espaciales. Además, puede tener un impacto significativo en la promoción de la inclusión y la diversidad en la exploración espacial. Con más investigación y avances en tecnología, podremos estar más cerca de realizar misiones espaciales inclusivas y representativas.

El británico John McFall, seleccionado por la Agencia Espacial Europea (ESA) para participar en un entrenamiento básico de 12 meses y también el primer "parastronauta" en participar en un estudio sin precedentes para evaluar la viabilidad de incluir a personas con discapacidad física en misiones espaciales, dijo en una entrevista: “Perdí mi pierna hace más de 20 años. Tuve la oportunidad de ser atleta paralímpica y me exploré emocionalmente. Todos estos factores y dificultades de la vida me dieron confianza y fuerza; la capacidad de creer en mí mismo y que puedo hacer cualquier cosa que me proponga”.

Además de McFall, el grupo de selectores de la ESA incluye a la francesa Sophie Adenot y a la británica Rosemary Coogan. La ESA busca mejorar la baja representación de las mujeres en los viajes espaciales promovidos por la agencia. Sin embargo, a pesar de que la campaña de reclutamiento afirmaba la intención de “representar a todos los sectores de nuestra sociedad”, todos los seleccionados fueron personas de piel blanca, lo que pone de relieve la necesidad continua de trabajar en la inclusión y la diversidad en todos los aspectos de la exploración espacial.

Históricamente, la participación de las mujeres en los viajes y la investigación aeroespaciales ha sido limitada y desigual. Aunque la primera mujer fue enviada al espacio en 1963, sólo 65 mujeres han sido astronautas frente a más de 500 hombres. Además, las mujeres a menudo han estado insuficientemente representadas en puestos de liderazgo en organizaciones aeroespaciales y en investigaciones y misiones espaciales.

Sin embargo, en los últimos años ha habido un movimiento creciente hacia la inclusión y la diversidad en la exploración espacial. La Agencia Espacial Europea (ESA), por ejemplo, seleccionó a más mujeres para su última promoción de astronautas que cualquier promoción anterior. La NASA también está trabajando para incluir a más mujeres en sus misiones, incluida la selección de la astronauta Christina Koch para la primera caminata espacial exclusivamente femenina en 2019.

Además, existen muchas organizaciones y grupos dedicados a alentar y apoyar a las mujeres en la exploración aeroespacial, incluidas Women in Aerospace y Girls in Aerospace. Estos esfuerzos son importantes no sólo para promover la inclusión y la diversidad, sino también para garantizar que el sector aeroespacial tenga acceso a talentos y habilidades valiosos que sean representativos de la sociedad en su conjunto.

Si bien todavía queda mucho trabajo por hacer para garantizar la igualdad de oportunidades para las mujeres en la exploración espacial, existe la esperanza de que la inclusión y la diversidad sean cada vez más valoradas y priorizadas en todas las áreas de la investigación y los viajes aeroespaciales.